Cómo conquistar a un hombre

Cómo conquistar a un hombre

Es una pregunta que nos hacemos a menudo a lo largo de la vida: ¿cómo hacer que un hombre se enamore de mí? La respuesta - digan lo que digan los psicólogos y sexólogos - es muy compleja y resulta imposible elaborar una serie de reglas estándar que puedan ser utilizadas por todo el mundo en cualquier momento de la vida.

Sin embargo, es posible elaborar algunos consejos - nacidos con el paso de los años y la experiencia - para dar indicaciones sobre ciertos mecanismos que se dan con frecuencia en las relaciones entre hombres y mujeres.

En primer lugar, desmontemos un mito: ni a los hombres ni a las mujeres les gustan los “gilipollas”. Este dicho tiene antiguas tradiciones y se basa en el hecho de que, cuando en el pasado una mujer era pretendida por varios hombres, esto la hacía muy deseable y apetecible. Cuando el matrimonio era concertado, sobre todo por acuerdos económicos o políticos, inevitablemente los pretendientes excluidos defendían su valor, denigrando a la mujer en cuestión (como sigue ocurriendo hoy en día si se lo piensa bien).

La leyenda de que a las mujeres les gustan los gilipollas es una herencia totalmente adolescente que con el paso del tiempo da paso a un enamoramiento más maduro. En una relación, los valores que comparten tanto el hombre como la mujer son el respeto, la confianza, el apoyo mutuo, la estima.

Pero entonces, ¿cómo conquistar a un hombre?

Vayamos al grano y pongamos por escrito algunos consejos prácticos:

1 - Sé tú misma. Muchas veces te habrás oído decir “sé dulce, sé menos complaciente o sé simpática” o cosas por el estilo. Pero la verdad es que tienes que conquistar a un hombre por lo que realmente eres. ¿Crees que puedes fingir toda la vida que eres algo que no eres? ¿De verdad quieres que se enamore de unas características que no te reflejan?

2 - Siéntete orgullosa de ti misma y de lo que eres. Muchas veces las mujeres tienen tendencia a ser complacientes y a aguantar todo lo que se les impone. Esto es contraproducente en muchos sentidos: en primer lugar, desde el punto de vista de la relación. Si le das al hombre la idea de que siempre estás de acuerdo con todo lo que dice, inevitablemente pierdes atractivo y pareces carecer de personalidad. También es una cuestión de amor propio. Educada sí, pasiva no.

3 - Utiliza tu feminidad. No temas atreverte, provocarle y estimular su imaginación. Sorpréndele y maravíllale con tus cartas más femeninas. Atrás quedaron los tiempos en los que la mujer recatada e inhibida estaba de moda. No te pases, pero… ¡sedúcele!