Practicar sexo, ya se sabe, es la panacea para muchos aspectos de la vida y de la cotidianidad. Entre los aspectos menos románticos, pero sin duda a prueba de perezosos, está que la actividad sexual consume un número considerable de calorías. En la cama como en el gimnasio. El sexo es a todos los efectos una actividad que implica a todas las partes de nuestro organismo y, reconozcámoslo, es más placentera que una cinta de correr.
Incluso los más perezosos encontrarán consuelo en los datos que voy a comunicarles: en términos generales, practicar sexo consume el equivalente a la ½ parte de lo que consume la odiada carrera. Los datos que se recogieron en el estudio británico que tomo como punto de referencia se contaron haciendo que 22 parejas heterosexuales masculinas/femeninas de entre 18 y 38 años se pusieran una de las llamadas pulseras energéticas (las mismas que también se usan en el deporte). Los datos recogidos se compararon con las calorías quemadas por las mismas personas durante una sesión de entrenamiento de carrera de treinta minutos.
Caminar mejilla con mejilla (=boredom) Calorías quemadas: menos de 22 durante unos 12 minutos (definitivamente mejor ir directo al grano)
20 minutos de sexo (¡¡por la serie mejor que nada!!) Calorías quemadas: 57
Una hora de sexo oral ella a él Calorías quemadas: 122 (no está mal pero nunca en 34 años he visto a una mujer durar más de treinta minutos. ¡Un poco utópico!!)
**Recibir sexo oral ** Calorías quemadas: 78 por hora (el paraíso terrenal para todos los hombres)
Follada rápida de menos de 5 minutos Calorías quemadas: 25 (breve pero intenso, la relación podría llamarse win-win).
Para las mujeres: sexo contigo encima Calorías quemadas: 85 por 15 minutos de equitación. (chicas de verdad, suprimid el running de una vez por todas)
Haz de estas cifras una virtud y juega también la carta con las mujeres que necesitan una razón más para convencerse de tener relaciones sexuales (normalmente no hace falta, pero seamos sinceros: ¡tarde o temprano la que arma jaleo pasa a estar en la cama de todos!) Ninguna chica se resiste a la palabra mágica “te encuentro más delgada” y crear una distracción irónica proponiéndole una agradable hora de actividad física con grandes beneficios sólo hará que sonreír. Ten preparadas tus precauciones y… ¡manos a la obra!