El deseo de pequeñas transgresiones es un fenómeno muy extendido que se manifiesta indistintamente tanto en hombres como en mujeres. Es síntoma de una relación que necesita revitalizarse, quizá para hacer realidad algunas fantasías sexuales que rompen con la rutina diaria bien establecida. Algunos buscan transgresiones en Internet, quizá a través de una charla picante en un chat erótico , otros buscan epifanías para reavivar la relación.

Las pequeñas transgresiones sexuales son un expediente saludable para explorar la sexualidad de la pareja, para redescubrir un entendimiento sexual satisfactorio y placentero que deje espacio para la fantasía y el juego.

Para dar rienda suelta a tus transgresiones, no es necesario desviarte de tu propia forma de ser, pero lo importante es que te expongas y busques nuevas ideas picantes para probar con tu pareja.

Sexting

En la era digital, es habitual que una pareja intercambie mensajes o chatee por WhatsApp, pero ¿por qué no poner un poco de picante en vuestras conversaciones? Si tu pareja tiene una reunión en la oficina o un desayuno de trabajo, ábrele el apetito enviándole mensajes picantes en los que le cuentes alguna fantasía que quieras hacer realidad, quizá dándole pequeñas pistas para que el juego sea aún más excitante.

Despertar los sentidos

Al hacer el amor intervienen todos los sentidos, pero para disfrutar plenamente del contacto entre los cuerpos, una excelente idea sería excluir uno de ellos: venda los ojos a su pareja y explórela sólo con las manos, insistiendo en determinadas zonas especialmente “calientes”, que deberá masajear y estimular lentamente.

La imposibilidad de tocar a tu pareja mientras improvisa un striptease o mientras está atada con un pañuelo o una corbata aumentará el deseo de contacto físico, agudizando los demás sentidos.

Comida

La comida siempre se ha considerado un estimulante de la excitación sexual, una combinación esencial para hacer “apetecible” una velada. Además de los alimentos considerados afrodisíacos (cacao, marisco, guindilla, canela, etc.) que estimulan el apetito sexual, cualquier alimento puede acelerar su pasión si se degusta y sirve de forma apetecible y sensual.

Si estás comiendo un pastel de nata o un helado, qué gesto más sensual que lamer delicadamente la comida mientras tu pareja te mira, o tal vez alimentaros mutuamente. Si quieres transgredir, prepara algo de comida y ofrécete como plato principal, permitiendo que tu amante se coma la comida directamente de la “mesa”.

Disfraces

Si tu pareja se entiende bien, disfrazarse es un gran motor para reavivar la pasión. Imagina una especie de guion y decide qué personajes quieres interpretar. El juego consiste en llevar disfraces adecuados al papel imaginado, sin miedo a ser juzgado o a que se rían de ti. El juego de rol es una fantasía hecha realidad, un deseo de hacer el amor con alguien que difiere de tu forma de ser habitual. Si le gustan los cómics, un disfraz de mujer maravilla o de hombre de hierro hará realidad su deseo de ser el superhéroe de su pareja, al tiempo que despertará la pasión.

Vídeo o película erótica

Ver porno o películas eróticas es un excelente acelerador para alcanzar la excitación, sólo tienes que dejarte llevar y compartir la experiencia con tu pareja. Ver porno puede intrigar e intrigarte, todo depende de la película que elijas y del ambiente que crees; intenta aislarte de todo lo demás y disfruta del visionado. La alternativa a ver películas eróticas es hacer un vídeo artesanal; sólo necesitas una cámara y ganas de grabarte durante el sexo.

Lugar

Si lleváis mucho tiempo viviendo juntos y soléis practicar sexo en vuestra propia casa, lo ideal para revitalizar la pasión es regalaros una noche caliente en un lugar diferente. No le cuentes tu idea a tu pareja, pero envíale un mensaje de texto y dile que se reúna contigo en la dirección indicada, el misterio y el lugar diferente dispararán el deseo.

Si te gusta la aventura y el riesgo, qué mejor lugar que tu lugar de trabajo, o un sitio al aire libre donde alguien podría descubrirte de repente.

Posiciones

Es sabido que hacer el amor utilizando las mismas posturas una y otra vez puede resultar aburrido o hacer que el deseo decaiga; así que es hora de experimentar con nuevas posturas para reavivar el deseo.

Destierren las posturas clásicas y practiquen sexo oral mutuo, es una práctica que garantiza el disfrute total al entregarse a los placeres del otro. El Kamasutra es una gran pista para encontrar nuevas posturas, lo importante es implicarse y hacer realidad tus fantasías más ocultas; no seas tímida ni te avergüences, déjate llevar.

Juguetes sexuales

Para estimular tu relación de pareja, una idea picante es comprar juguetes sexuales para usar juntos; empezando por el conocido anillo vibrador, hay muchos vibradores en el mercado, diseñados y concebidos para parejas, capaces de estimular y potenciar el coito. Si os gusta ataros el uno al otro, en los sex shops encontraréis una gran selección de esposas y ataduras, pensadas para el placer en pareja.

Agua

Para dar rienda suelta a vuestras transgresiones, no hace falta irse muy lejos de casa ni imaginar escenarios originales, incluso un simple baño para dos puede aumentar la pasión, basta con crear el ambiente adecuado: espolvorea la habitación con pétalos de rosa y coloca velas, tal vez con una música de fondo adecuada a la situación y espera a que tu pareja vuelva a casa para sumergiros en un baño de burbujas. Siguiendo con el agua, piensa en la sensación que te produce tocar una superficie fría, así que por qué no explotar el mismo principio dejando que un cubito de hielo acaricie tu cuerpo desnudo, te estremecerás de placer.

Juegos de mesa

Una idea transgresora para encender la pasión es organizar una noche de juegos sexy, un recurso fácil y divertido para animar una velada en casa.

El strip poker es el clásico juego de póquer, revisitado en clave picante: en cada partida de póquer perdida, el jugador perdedor tendrá que quitarse una prenda hasta desnudarse por completo.

El juego de la botella puede modificarse introduciendo penalizaciones más originales y provocativas: masajes, sexo oral o peticiones insólitas y especiales.